Translate

viernes, 15 de septiembre de 2017

Comunidades peligrosas y los menores

¿Qué se entiende por “comunidades peligrosas” cuando hablamos en el ámbito de la ciberseguridad?

Es tan sencillo como preocupante: Son todos aquellos grupos de usuarios que tratan de fomentar actividades nocivas para el individuo y, por ende, para la sociedad (autolesión, extremismo, racismo, xenofobia, odio, consumo de drogas, anorexia y bulimia, etc.) usando herramientas tecnológicas como medio de comunicación. Normalmente adoptan identidades falsas para infundir confianza en los menores y se aprovechan de sus actividades habituales (videojuegos online, foros de temáticas que les gusten, etc.) para engañarles. En algunos casos la finalidad es sexual (en estos casos hablamos de “grooming”).

¿Dónde suelen encontrarse las comunidades peligrosas? El problema no es tanto un "dónde" sino un "cómo se llega hasta ellas", pues suelen ocultarse en nichos de Internet entre otros grupos de gente y actividades aparentemente inocentes. Algunos focos suelen estar en los videojuegos online (jugadores que no son quienes parecen ser), canales de mensajería instantánea (chats, etc.), así como en redes sociales.


Hay que pensar que Internet es un medio de comunicación cuya principal virtud es la libertad de expresión y, con ello, también de contenidos. Un factor determinante es lo complicado que resulta su “regulación legal” puesto que hablamos de una red mundial compuesta por infinidad de ordenadores interconectados entre sí entre múltiples redes. Estos ordenadores, a través de los que fluye toda la información, están situados en todos los países, con lo cual resulta inviable pensar en una legislación mundial debido a la variedad de legislaciones locales impactadas y a las diferentes relaciones de unos países a otros. Y para complicar más la cosa, la información no sólo está en un único ordenador sino que se replica de unos otros con el ánimo de que la navegabilidad sea más fluida.

Ahora que tenemos claro lo que son las “comunidades peligrosas” y lo difícil que puede resultar impedir el acceso a las mismas, ¿qué podemos hacer para que nuestros hijos no caigan en alguna de ellas?

La solución es prevenir, antes que sufrirlo. Y para ello podemos seguir los siguientes consejos:

  • Tenemos que educarles en la navegación por Internet, y eso pasa por hacerlo juntos en sus primeras experiencias. Será la única manera de aumentar su capacidad de criterio frente a situaciones que por inexperiencia no sabrían valorar y mucho menos gestionar.
  • Al igual que el día a día permanecemos vigilantes sobre su entorno físico inmediato para que no les pase nada y para que identifiquen los peligros, también debemos hacerlo con Internet.
  • Podemos supervisar sus actividades incluso sin estar presente mediante herramientas de control parental (programas que permiten controlar y limitar qué ven o qué pueden poner a funcionar en el ordenador o en los móviles, además de limitar el tiempo su tiempo de uso). Aquí tienes un par de opciones: Qustodio y Securekids.
También disponible el teléfono gratuíto y confidencial de atención de IS4K para atención y ayuda a los menores en sus problemas en Internet: 900116117, así como su canal para plantear cualquier duda: Ayuda IS4K.

Pero, y si ya estamos sufriendo el problema de que un hijo se vea envuelto por una comunidad peligrosa en Internet ¿cómo actuamos con el menor?

  • Antes de nada hay que mantener la calma. Igual que se entra, con el tiempo se podrá salir. Además, no le debemos culpar de la mala experiencia que esté sufriendo, porque seguramente hayan sido otros los que, mediante ingeniería social, le estén engatusado.
  • Siempre debemos infundir confianza en el menor para que nos tenga por apoyo y confidentes en lugar de todo lo contrario.
  • Cuando el menor nos confíe su problema, debemos ser partícipes con él de su experiencia navegando con él y viendo de primera mano lo que sucede. Será la manera de darle seguridad a través de nuestro criterio y compañía.
  • En caso de que detectemos contenidos realmente inadecuados para menores, debemos reportarlos a los administradores de los sitios web para que los gestionen adecuadamente.

Si el problema persiste o los casos son graves, podemos proceder al reporte y denuncia de los hechos. Para ello sigue estos pasos:

  • Guarda evidencias de todo lo entiendas como denunciable. Como mínimo guarda pantallazos de esos hechos y también procura usar alguna herramienta que sirva como “certificador” de lo que estés viendo. En este caso te recomendamos eGarante, que con sólo informarle de la dirección de una página web certificará una copia de ello que podrás usar como prueba.
  • A continuación reporta tu denuncia a la página web IS4K (Internet Segura For Kids / Internet Segura para los Niños): https://www.is4k.es/reporte-contenidos .  

No hay comentarios:

Publicar un comentario