Translate

miércoles, 12 de abril de 2017

"Smart", "smart dust" e "Internet de las cosas" (explicación sencilla)

Hoy vamos a tratar de aclarar qué es la palabra "smart" en el uso cotidiano que se le da (y también veremos lo que se nos viene "encima" no tardando...).
"Smart" proviene del inglés y literalmente significa "inteligente". A partir de aquí, si precindiésemos de anglicismos ya intuiríamos de lo que nos hablan: de un móvil inteligente (smartphone) de una televisión inteligente (smarttv), de una ciudad inteligente (smartcity)...

Pero ¿"Internet de las cosas"?...

En realidad no es que esos dispositivos sean "inteligentes" por si mismos, pero sí son capaces de hacer muchas más cosas que sus versiones "no smart". Así, cuando hablamos de un smart móvil resulta que tiene conexión a Internet (y todo el potencial que de ello deriva), que tiene GPS, que tiene capacidad de hacer funcionar aplicaciones, etc. En definitiva que tiene muchos más usos y capacidades que lo que podríamos entender estrictamente por "un teléfono móvil".
Lo mismo sucede con las "smart tv", que no son sino televisiones con capacidades similares a los smart móviles que comentábamos antes.
O de las ciudades inteligentes, en las que, por ejemplo, el transporte urbano está interconectado y controlado por ordenadores, incluso con algún autobús sin conductor, por poner algún ejemplo ya real a día de hoy.

Pero os quiero adelantar un nuevo término ó concepto que nos va a cambiar la vida: "smart dust".

Smart dust

Traducido del inglés viene a ser algo así como "polvo inteligente". El concepto se basa en la miniaturización de sensores hasta tamaños tales que podrían pasar a estar dentro de tu cuerpo simplemente ingiriendo una píldora. Estos sensores medirían permanentemente nuestras constantes vitales transmitiendo a través de Internet estos datos hacia una central médica. En cualquier momento de nuestra vida podríamos estar paseando por la calle y recibir una sorprendente llamada del médico diciéndonos algo como "Manolo, pásate por mi consulta el lunes, que ya tienes cita agendada, porque tienes en este momento una pequeña arritmia y no quiero que derive en algo peor". Sí, este ejemplo se corresponde a un futuro muy cercano que vamos a poder disfrutar (o padecer).

Pero la cosa va mucho más allá. Este tipo de sensores también estarán incorporados a todas las cosas que nos rodean. A todo. La finalidad es conocer todos nuestros hábitos, todo aquello con lo que desarrollemos nuestro día a día. Hasta la nevera va a poder controlar su contenido (¡algunas ya lo hacen!). Y, así, tendremos en cualquier momento una llamada en la puerta y, al abrirla, nos encontraremos a alguien con un reparto del súper que no habíamos encargado pero que nos hace falta. Las "cosas" se autogestionarán. Y mientras tanto, nosotros disfrutaremos (pensemos así, es un consejo en pos de nuestra felicidad).

Éste es un nuevo concepto del que vamos a oir mucho a partir de ya mismo: "El Internet de las cosas" (en inglés "Internet of things").

Básicamente consiste en que, hasta ahora, toda la información que existe en Internet está ahí porque las personas la han confeccionado, tecleando,fotografiando, haciendo videos,... Es decir, cualquier página, cualquier reportaje, etc. ha tenido su origen en las personas y eso conforma el volumen total de la información actual que figura en Internet. Sin embargo, con la llegada de los sensores miniaturizados, cada aparato y, en general, cada cosa, podrá informar de su estado, de su contenido, etc. a través de Internet.

Esta información será recogida por infinidad de sistemas que gestionarán nuestras necesidades (nos harán la compra, confeccionarán nuestros contenidos de televisión "a medida de cada uno", veremos publicidad "específica para cada uno" en base a nuestro estado anímico (por ejemplo), gestionarán nuestras visitas al mecánico, nos ofrecerán ocio que nos encantará,... y todo "a nuestra medida").

El volumen de información necesario para todo este panorama ya ha sido estimado y será tal que los consorcios que regulan el tráfico de información por Internet ya han diseñado nuevos canales para soportar semejante y masiva situación. Ya está todo planeado (aunque evolucionará) y, poco a poco, nos irá llegando. Seguramente nuestra inmersión en este nuevo mundo también estará planificada de manera que se nos irá dosificando para que ni tan siquiera seamos consciente de ello y, quizá, y sólo quizá, algun día abriremos la puerta y nos preguntaremos cosas como: "¿y qué demonios hace aquí el mecánico de mi coche?".

Y, por supuesto, la seguridad informática se verá ampliamente comprometida con todo ello....

Ahora ya sabemos que:
  • Smart significa "inteligente" y, aplicado a un aparato, hay que entenderlo como "más capaz".
  • Oiremos hablar de "smart dust" (polvo inteligente).
  • Oiremos aún más el concepto de "el internet de las cosas".
  • Nuestra vida va a cambiar mucho, hemos de ser positivos en ello y hemos de sacarle provecho. No lo veamos como una intromisión.
  • Los relojes de cuerda, las plumas estilográficas y los lapiceros seguirán existiendo (y, sobre todo los últimos, rara vez fallan). ;-)

1 comentario:

  1. "futuro muy cercano que vamos a poder disfrutar (o padecer)"

    Inquietante y acertada frase.

    ¿dónde nos lleva el desarrollo tecnológico? ¿El futuro de la humanidad será una sociedad dominada y alienada por la tecnología, como en Wall-e pero sin naves espaciales?

    Creo que voy a volver a ver Terminator ¡se está forjando Skynet!

    ResponderEliminar